divendres, 4 de gener del 2008

EN PORTADA (3): L'escrit

“Tu ser interno no es otra cosa que el cielo interno. Las nubes van y vienen, los planetas nacen y desaparecen, las estrellas surgen y mueren. Y el cielo interno se mantiene igual, intocable, inmaculado, sin huellas. A ese cielo interno lo llamamos sakshin, el espectador y esa es toda la meta de la meditación.

Entrá, disfrutá del cielo interno. Y acordáte: cualquier cosa que puedas ver, cualquier cosa que surja, eso no sos. Podés ver pensamientos y no sos los pensamientos; podés ver tus sentimientos y no sos tus sentimientos; podés ver tus sueños, tus deseos, tus recuerdos, tus imaginaciones, tus proyecciones y no sos nada de eso.

Seguí eliminando todo lo que puedas ver; entonces, un día, surge un momento tremendo, el momento más significativo de nuestras vidas, cuando ya no queda más nada por eliminar. Todo lo que viste desapareció y solamente queda el que ve. Ese que ve es el cielo claro.

Saberlo es no tener miedo y saberlo es estar lleno de amor. Saberlo es ser Dios, es ser inmortal.”