Los Ocho Pasos para Crear el Cielo en la Tierra
En la Asociación Rayid – España apoyamos todo aquello que sea bueno para el ser humano y para el planeta Tierra. Enseñamos la importancia de cerrar ciclos familiares y personales y ofrecemos herramientas para conseguir este objetivo. Sabemos que lo más grande que existe es la capacidad del ser humano de amar y ser amado. A menudo olvidamos que este amor se refiere también a nosotros, a nuestro cuerpo, a nuestras células. Apoyamos a que todo aquel que esté abierto a recibir el mensaje se dirija a su cuerpo con amor diariamente. Esto se puede conseguir realizando un ejercicio muy simple, pero no por ello menos efectivo. Cada día, por la mañana, antes de levantarte de la cama y cada noche, cuando ya estés acostado, repite mentalmente las siguientes palabras con todo el cariño del mundo: ‘cuerpo, te amo, cuerpo te amo, te amo, te amo’.Si hay alguna zona en tu cuerpo que te incomoda o que te duele repite mentalmente (y si lo deseas, verbalmente también): ‘zona específica del cuerpo, te amo, te amo’. Consideramos que el viaje definitivo es el viaje interior. Lo que hagas con tu tiempo determinará el tipo de vida que lleves y el acceso que tengas a la Fuente inagotable de salud, amor, sabiduría y bondad…Ofrecemos todo nuestro apoyo para transmitir un mensaje que ha sido entregado a la humanidad por los grandes Maestros de todos los tiempos.
Según los Maestros, estos son los 8 pasos para poder crear el Cielo en la Tierra:(extracto del libro ‘Divine Nutrition. The Food of Gods’’ de Jasmuheen, traducido por Metze)
Meditación
Oración
Programación positiva
Dieta vegetariana
Ejercicio físico
Servicio desinteresado
Tiempo en silencio en la naturaleza
Utilización de mantras y cantos devocionales.
La práctica diaria de estos ocho puntos nos da salud, alegría y armonía interior. A medida que cambiemos nosotros, también lo hará nuestra sociedad. Al aumentar nuestra vibración energética, liberamos nuestro potencial más elevado para poder experimentar quiénes somos realmente: ese Ser que nos respira y que nos da la vida, nuestro Yo Divino.
la meditación consiste en cerrar los sentidos a los estímulos externos. Meditar significa hacerse el tiempo para parar las actividades normales de la vida y convertirse en el observador de los propios pensamientos, en lugar de ser el constante hacedor o realizador de las cosas. El hecho de observar los pensamientos altera nuestro proceso pensante. Generalmente se recomienda meditar dos veces al día durante veinte minutos por la mañana y otros veinte minutos por la noche, utilizando un mantra. Esto es diez veces más eficaz que meditar durante cuarenta minutos, una vez al día. También se puede meditar durante el tiempo en que se está despierto, ejercitando la conciencia en cada acto que se realiza. Por ejemplo, se puede poner la atención en la respiración o en la pausa que hay entre la inspiración y la expiración, mientras se están realizando las actividades de la vida cotidiana (como lavar los platos, o barrer, o arreglar el armario)... Al hacer esto, entramos en un estado meditativo en el que percibimos el mundo como un teatro y a nosotros mismos como si fuéramos los actores. Es este un nivel ideal de desapego.
La oración es la comunicación con nuestra alma y con nuestra Esencia Divina. La forma ideal de oración no es dogmática ni estructurada, sino en forma de conversación, como si estuviéramos hablando con nuestro mejor amigo. El poder de la plegaria ha sido probado científicamente en los Estados Unidos de América, en la unidad de cuidados intensivos de un hospital. Se dedicaron rezos a la mitad de los pacientes ingresados en la unidad de cuidados intensivos, mientras que a la otra mitad no se les dedicaba ningún rezo. Los pacientes no fueron informados del experimento, pero los resultados fueron evidentes. Aquellos a los cuales se dedicaban las plegarias mejoraron su estado de salud de forma espectacular en comparación con la otra mitad de los pacientes. Las personas que rezaban eran de diferentes credos – cristianos, budistas, hinduistas, judíos, etc. – y todos ellos produjeron resultados similares.
Los dos aspectos de la programación son la desprogramación y la reprogramación. El primer paso para desprogramar consiste en revisar nuestro sistema de creencias.En un diario apunta los siguientes títulos: Amor, Salud, Riqueza, Pasión y Propósito, Relaciones con la Familia y con Amigos. Debajo de cada título escribe tu sistema de creencias. Escribe todo aquello que sientas. Si es una creencia negativa, entonces escríbela de forma negativa. Tan pronto hayas escrito todas las creencias bajo cada uno de los títulos vuelve a empezar y escríbelas de nuevo de forma positiva esta vez, ya que el universo no reconoce las frases negativas.Luego, observa todo lo que has escrito y decide si estas creencias te hacen una persona limitada o una persona ilimitada. Si ves que te limitan, considera la posibilidad de alterarlas.En lo que se refiere a la reprogramación - la técnica de desarrollar un bio-escudo, es decir, una esfera alrededor de nosotros mismos, que está cargada de nuestros deseos - ofrece el beneficio de actuar como un campo que selecciona las emanaciones que permitimos que entren dentro de nuestro campo y también como una señal de neón para el universo, informando a los poderes de cuáles son tus deseos.
5. Ejercicio Físico:
Todo el mundo sabe que debería hacer ejercicio. La mayoría de las personas no lo hace. ¿Por qué sucede esto? Porque no nos gusta hacer ejercicio. Por lo tanto, la primera cosa inteligente a hacer con respecto al tema será el encontrar un ejercicio que te guste. Algunas personas admiten que odian hacer ejercicio físico, pero que les encanta bailar. Cualquier tipo de actividad física puede convertirse en ejercicio si se realiza de forma rigurosa. Por tanto, primero descubre qué es lo que te gusta realmente. En segundo lugar, hazlo durante el suficiente tiempo como para que tu cuerpo te informe de cuánto disfruta haciéndolo. Tu cuerpo te pedirá el ejercicio diario a medida que vaya recibiendo los beneficios. (...)
El servicio al que nos referimos no es un servicio por el cual se espera un beneficio. El dar de una manera desinteresada significa dar de forma anónima, o dar sin pensar en una recompensa personal. Esto es poco común en occidente, donde todo el mundo busca el beneficio propio, sin embargo este es el servicio al que nos referimos. El karma positivo nos mantiene ligados al plano terrestre de la misma manera que lo hace el karma negativo. Ambos representan un desequilibrio en el campo energético. Sin embargo, dar de forma desinteresada, por ejemplo, realizando contribuciones anónimas mensualmente a la cuenta de un banco de una organización caritativa, o dando tiempo si no se tiene dinero, es un beneficio que ayuda a sensibilizar y a elevar al individuo.
El silencio es algo muy raro en el mundo moderno. Cuando decimos silencio, no nos referimos a la ausencia de sonido, sino al hecho de encontrar el silencio interior. El silencio que nos conecta con los coros celestiales, con las fragancias más exquisitas, el silencio interior. El pasar tiempo en silencio en la naturaleza te permite apreciar la belleza de la creación y hacerte muy consciente de tu medioambiente.
Todas las culturas indígenas del mundo utilizan cantos, mantras y canciones devocionales. La razón por la cual hacen esto es que el uso de un canto devocional es una conexión directa con la fuente espiritual hacia done se dirige la canción. (...)
Muchas personas ya están realizando alguno de los ocho pasos aquí descritos. Sin embargo, los Maestros nos dicen que la fórmula mágica consiste en la combinación de todos los ocho puntos, ya que trae beneficios extraordinarios de gracia, sincronicidad y nos da la magia de alinearnos con el tiempo Divino.
Lo único que tienes que hacer es realizar el programa cada día durante 21 días seguidos, y el día 22 ya te habrás formado un nuevo hábito.
http://www.rayidhispana.com/index.htm
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