diumenge, 23 de desembre del 2007

Àles d'Àngel

1. Póngase de pie con las rodillas
ligeramente dobladas, pies
cómodos y los brazos hacia abajo.
Relájese. Levante las manos
lentamente hacia adelante,
niveladas. Los movimientos de
ambos lados son completamente
simétricos. Ponga gradualmente
los dedos y pulgares rígidos, y así
tendrá una sensación de agudeza.

2. Continúe elevando las manos
hasta que los antebrazos formen
un triángulo, con las puntas de los
dedos a la altura de la boca y con
una distancia entre ellos igual a la
distancia entre los ojos. Esta
posición incorpora la angularidad
y concentración hacia adelante de
la naturaleza Joya. Sienta la
precisión, la claridad.

3. Comenzando desde la punta
de sus dedos, separe sus manos
lentamente, con movimiento
abierto y circular, como una flor
abriendo los pétalos. Lleve
gradualmente las manos hacia
atrás, hasta el nivel de las caderas
y justo fuera del alcance de la
vista. Este movimiento incorpora
la receptividad y apertura Flor.


4. Cuando sus brazos estén
completamente abiertos, y todavía
ligeramente doblados, sentirá la
polaridad opuesta a la naturaleza
Joya, representado por el espacio
que no puede ver, fuera de su
visión periférica. La energía ahora
está detrás y alrededor de usted,
como la rendición permisiva y
receptiva Flor.


5. La combinación de las energías
Flor y Joya crea la energía de
atracción. Reconociendo esto, lleve
sus manos hacia adelante,
acercándolas lentamente hasta la
altura de la cintura, con las palmas
hacia arriba. Con la energía creada
por la unión de opuestos elevándose,
eleve también sus manos, brazos
paralelos, como si pidiera a una
multitud que se levantara.

6. Continúe el movimiento, sintiendo
que la energía se eleva dentro de su
cuerpo, hasta que sus manos estén a
la altura de la frente. Este
movimiento incorpora la cualidad
Mezcla de elevar energía y motivar
a la gente. Es agradecido y está lleno
de vida, y expresa el despertar de la consciencia

7. Con los brazos en la misma
posición, gire las palmas para
encararlas hacia adelante. Ahora la
energía recogida se vierte hacia
afuera, como el agua de una cascada
iluminada por el sol. Conecte con la
energía Mezcla, representada por lo
que está arriba y delante. Entonces
comience a bajar sus brazos, como
pidiendo a todos los que están
delante de usted que se calmen.

8. Como el agua de una cascada que
desciende hasta una reserva
cristalina, continúe el movimiento
con sus brazos paralelos hasta que
sus manos estén a la altura de la
cintura. Este movimiento incorpora
la energía tranquilizadora del Arroyo,
retornando todas las otras energías
a la tierra, integrándolas. Continúe
el movimiento hasta que sus brazos
vuelvan a estar en la posición inicial.